AVANCES Y DESAFÍOS HACIA UNA GESTIÓN INTEGRADA
En el contexto de América del Sur, Uruguay es un país pequeño con un territorio suavemente ondulado y una densa red hídrica homogéneamente distribuida, con un promedio de precipitaciones de 1 mil 300 mm anuales, sin estacionalidad definida. La población urbana alcanza 95% de la población total (3 millones 390 mil 77 habitantes), concentrándose más de la mitad en el área metropolitana de Montevideo, su capital. El país presenta un bajo crecimiento poblacional y una transición urbana consolidada (población urbana en 1963: 81%).
El marco regulatorio del país avanza hacia una integración del agua, el ambiente y el territorio. Prueba de ello es la reforma del Artículo 47 de la Constitución, que establece que la protección del ambiente es de interés general y que el acceso al agua potable y al saneamiento constituye derechos humanos fundamentales. La regulación e implementación de dicho marco regulatorio es aún parcial. Uruguay está próximo a la universalización en el acceso al agua potable por medio de su único operador público: la OSE. El desafío se encuentra actualmente focalizado en proteger las fuentes de agua, cubrir a los pequeños núcleos de viviendas rurales y reducir las pérdidas. Por su parte, si bien la cobertura de saneamiento es alta, los desafíos se focalizan en aumentar la cobertura de los servicios de alcantarillado, el tratamiento de aguas residuales y las conexiones domiciliarias, e indagar en sistemas alternativos al alcantarillado que permitan dar servicio a zonas de difícil acceso.
En cuanto a la gestión de sus aguas pluviales, los problemas de drenaje pluvial afectan tanto a capitales departamentales como a pequeñas localidades. Más de 60 centros poblados son afectados por problemas de drenaje urbano, siendo 70% de los casos considerados medios o graves, los desafíos están focalizados en mejorar y desarrollar la planificación y en la incorporación de tecnologías más sustentables. Las inundaciones son el principal factor de activación del Sistema Nacional de Emergencias. Las ciudades con problemas de inundaciones se distribuyen homogéneamente en el país. El desafío se encuentra actualmente en la incorporación de los mapas de riesgo a los planes locales, la revalorización de las riberas de los ríos y la mejora en los sistemas de monitoreo y alerta. En Uruguay se están promoviendo cambios, desde visiones sectoriales a una visión más integradora de las aguas urbanas. Esto se traduce en un proceso no lineal de transformaciones multiactorales y dinámicas, con grandes potencialidades y no exento de dificultades. Mejorar la cobertura y el acceso de todos a los servicios del agua, incorporar las aguas a la planificación del territorio, mejorar la calidad y acceso de la información para la toma de decisiones, adecuar el sistema de gobernanza, fortalecer las capacidades técnicas y el fomento de enfoques interdisciplinarios y ámbitos transversales son cuestiones ineludibles actualmente para una gestión sostenible de las aguas urbanas en Uruguay.